Ya lo decía Bill Gates, si tu negocio no está en Internet, tu negocio no existe. Y en el caso de los restaurantes, no es diferente. Se necesita una presencia online, dado que es donde tus clientes te buscarán. Y dicha presencia online no trata únicamente de tener una página web o una página en Google My Business, sino que también será necesaria una correcta gestión de las redes sociales. Las mismas, deberán trabajarse diariamente e ir acorde a la imagen de marca que tenga el restaurante. ¿Lo de la imagen de marca te ha sonado a chino? La imagen de marca no es más que la percepción de la identidad de la marca en la mente de los consumidores. No es más que la forma de comunicar, los colores corporativos y el tipo de imagen que utiliza.
Así que primero hay que definir dicha imagen, decidir si queremos ser un restaurante que comunica en blanco y azul cielo, que vende una imagen de paz o por el contrario nos decantamos por rojos y negros y un tono más canalla. Será la clave para iniciar una buena comunicación en redes sociales.
Fuente: Instagram de Dabiz Muñoz @dabizdiverxo
La imagen del prestigioso chef Dabiz Muñoz no deja nada al azar, desde su pelo, su forma de vestir, hasta su logo, forma y colores con los que comunica son parte de una imagen de marca cuidada y estudiada. Los restaurantes de dicho chef se caracterizan por ser canallas y atrevidos, empieza con los propios platos que cocina, como la vajilla en la que van servidos. Hace no muchas décadas pensar que nos sirvan un plato en una vajilla con forma de cabeza de cerdo sería una locura, pero actualmente hay chefs que se atreven con este tipo de cocina y comunicación. Sus colores, rojo y negro, también son importantes. El rojo representa un impacto de poder, energía, autoridad y presencia, el negro representa así mismo, autoridad, así como poder y elegancia. Una mezcla explosiva y más que acertada para lo que es Dabiz Muñoz y sus restaurantes Diverxo y Streetxo.
Primero, tenemos que pensar quién es nuestro público objetivo, eso será el inicio del todo. ¿Qué puede llamarle la atención a dicho público? ¿Con qué se sienten identificados? ¿Cómo queremos hacerles sentir? ¿Qué queremos vender? Os dejamos un artículo sobre la psicología del color, de Bego Romero, Consultora de Marketing Digital con el que empezar. Recuerda, que el color elegido será la base de lo demás. Dado que, si queremos tener una comunicación canalla como la de Dabiz Muñoz, no tendrá sentido utilizar colores pasteles, estaríamos dando una imagen contradictoria.
Primero, tenemos que pensar quién es nuestro público objetivo, eso será el inicio del todo. ¿Qué puede llamarle la atención a dicho público? ¿Con qué se sienten identificados? ¿Cómo queremos hacerles sentir? ¿Qué queremos vender? Os dejamos un artículo sobre la psicología del color, de Bego Romero, Consultora de Marketing Digital con el que empezar. Recuerda, que el color elegido será la base de lo demás. Dado que, si queremos tener una comunicación canalla como la de Dabiz Muñoz, no tendrá sentido utilizar colores pasteles, estaríamos dando una imagen contradictoria.
A lo que íbamos, cómo han de ser gestionadas las redes sociales de un restaurante. Debemos tener en cuenta que la función de las redes sociales no es vender, sino que es comunicar para conseguir una venta. Que no por subir un post vamos a tener cola de clientes en nuestro restaurante pidiendo mesa y que conseguir seguidores trata de crear contenido atractivo, de calidad y fomentar la atracción de seguidores. ¡No es algo que suceda de la noche a la mañana y por arte magia!
En marketing, aquello que no se mide no sirve de nada. Por tanto, tienes que analizar cada publicación que realizamos (¡tranquilo, las plataformas te dan los datos!). Tendremos que tener cuenta el impacto, alcance y sobre todo el engagement (la interacción que ha habido con la publicación). Si analizamos durante aproximadamente un año, cada una de nuestras publicaciones (horario-contenido-engagement) podremos descubrir cuándo y qué contenido compartir con nuestros clientes, descubriremos qué es aquello que les motiva a seguir nuestra cuenta.
¡Manos a la masa!